El Real Madrid
aprovechó dos jugadas a balón parado para vencer angustiosamente a un Córdoba
que merecía más ya que hizo ver mal a los merengues y los tuvo contra la pared.
Cristiano Ronaldo estuvo errático y en su desesperación golpeó descaradamente a
un rival, fue expulsado y salió del campo lustrando el escudo de la FIFA
impreso en el uniforme del Real Madrid por ser el actual campeón de Europa, en
un acto totalmente reprochable para el lusitano quien, de nueva cuenta, ha
mostrado una pésima actitud, perdió la cabeza y, de paso, la humildad,
mostrándose como una diva.
El Córdoba
sorprendió con una anotación al 2'. Bebe tomó el balón en los linderos del área
madridista y mandó un centro que se encontró con la mano de Sergio Ramos dentro
del área, por lo que el árbitro no dudó en marcar la pena máxima, misma que
Ghilas se encargó de convertir en gol. Si bien el balón rebotó hacia la mano de
Ramos, sí hubo contacto y el abanderado le hizo la señal al árbitro para que
este decretara la pena máxima.
El Córdoba se creció
y puso alma, vida y corazón en cada jugada, aprovechando la parsimonia del
equipo albo que parecía no darse cuenta que el partido ya había comenzado. El
Madrid no aparecía en el terreno de juego y únicamente generaba peligro en
jugadas a balón parado, en parte por el entusiasmo del equipo local y en parte
por la poca dinámica mostrada.
Los locales tomaron
confianza y no sólo presionaron al Madrid para defenderse sino que también se
lanzaron al ataque y forzaron a la retaguardia alba a emplearse a fondo para
mantenerlos a raya. Sin embargo, cuando corría el 26', justamente en una jugada
a balón parado, un tiro de esquina, James mandó un centro al área donde Bale
peinó para la llegada de Benzema quien anotó el 1-1.
El Córdoba no se
amilanó y continuó atacando al Madrid de forma entusiasta y sin complejos,
haciendo ver mal al equipo visitante e incluso sacando de quicio a Cristiano
Ronaldo quien se hizo expulsar de forma absurda al patear descaradamente a un
rival. Al salir del campo, el luso se tomó su tiempo y no dudó en gesticular y
frotar el escudo de la FIFA que porta el Real Madrid en una actitud totalmente
reprochable. Era la imagen de la impotencia madridista ante un equipo humilde
que luchaba sin cesar y peleaba por cada balón en disputa.
Sin embargo, la
suerte estuvo a favor del Real Madrid. Cuando ya corrían los minutos finales
del encuentro, el Córdoba cometió una falta en las cercanías de su área y Bale
mandó un fogonazo que se estrelló en el codo de un defensa que estaba en la
barrera, dentro del área, por lo que el árbitro marcó tiro penal y el propio
jugador galés se encargó de convertirlo en gol para el 1-2 que daba la victoria
a los Merengues.
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